Según el "Crowdfunding Industry Report 2013" el crowdfunding, también conocido en castellano como financiación colectiva o micromecenazgo, se trata de cualquier fomación de capital donde las necesidades de financiación y sus objetivos se comunican de forma masiva, en un foro donde podrá ser evaluado por un gran grupo de personas: la multitud (en inglés, crowd).

En España está regulado por la Ley del Mecenazgo, sobre la que se están comentando ciertas reformas para adaptarla a la realidad actual de la microfinanciación. Los cambios vienen promovidos especialmente por la JOBS Act de EE. UU, que permitirá a las startups recurrir al crowdfunding para financiarse dando participaciones de la sociedad a cambio. En Europa, Italia es el país pionero en acoger esta legislación. En España hay iniciativas en change.org (Yo ❤ Crowdfunding) para promover cambios legislativos en línea con las novedades en EE.UU.
En palabras de muchas personas que creemos en este modo de financiación, al final se trata de democratizar el acceso al capital, dando poder a toda la comunidad para decidir qué proyectos cubren necesidades y tienen que hacerse realidad. En el fondo, se trata de llevar a internet una práctica muy antigua: monumentos como la base de la Estatua de la Libertad o la catedral de León ya fueron financiados de este modo.
¿Qué tipos de crowdfunding existen?
1. Participación en capital: dirigido a proyectos empresariales, quienes contribuyan a la financiación del proyecto tendrán un retorno de su aportación, ya sea mediante beneficios, rentas, acciones o participaciones. En España, la plataforma más conocida que realiza este tipo de crowdfunding es The Crowd Angel, que permite invertir online en una selección de startups investment ready y acompaña al "inversor" en su posterior seguimiento. Un ejemplo de una campaña de este tipo es "7 billion ideas", una startup que financió 30.000£ de este modo en la plataforma The Crowd Cube (UK), a cambio de un 15% de la empresa.
2. Préstamos: la aportación al proyecto es un préstamo, que habrá de devolverse en un plazo y con un interés concreto. La plataforma más conocida que hace este tipo de crowdfunding es Kiva.org: una organización sin ánimo de lucro que conecta a personas a través de préstamos con el fin de aliviar la pobreza. Gracias a internet, Kiva permite que seas capaz de crear oportunidades alrededor del mundo solo con 25$. Otra plataforma es Comunitae.com, que ofrece créditos y préstamos entre personas "con una rentabilidad superior a la de los depósitos." Un ejemplo de campaña es ésta, en la que Dorothy necesita un préstamo de 375$ para hacer funcionar su pequeña tienda en Liberia.
3. Recompensas: las personas que realicen su aportación recibirán a cambio un producto o servicio tangibles. El referente a nivel mundial es Kickstarter, donde se han lanzado más de 100.000 proyectos y se han recaudado más de 639 millones de dólares, con una tasa de éxito (proyectos que alcanzan el objetivo de financiación) del 43'69% (datos a junio de 2013). El proyecto por excelencia es el Pebble, un reloj inteligente que se conecta con el móvil y no solo te da la hora: permite gestionar llamadas, e-mails y mensajes. Recaudó más de 10 millones de dólares en menos de 40 días.
4. Donaciones: las aportaciones realizadas a los proyectos son puramente altruistas, filantrópicas. El crowdfunding de proyectos sociales y culturales es quizá el que mejor encaja en esta categoría, pues consiguen conectar muy bien con la persona que realiza la aportación. Un ejemplo de plataforma solidaria, que está teniendo un crecimiento del 301% anual, es Mi grano de arena. En ella, cualquier persona puede crear su propia web de forma gratuita con el objetivo de recaudar fondos para la institución benéfica que elija. Un ejemplo la campaña creada para Alba, por la lucha contra el cáncer infantil, a quienes les quedan poco más de 3.000€ para llegar a su objetivo de 50.000€.
¿Por qué el crowdfunding?
No es solo una forma de obtener financiación para proyectos: es una herramienta de marketing muy potente y una oportunidad única para conectar con la comunidad de clientes y fans del proyecto (fidelizando a quienes ya te dan su apoyo, y captando a nuevos usuarios). Es muy importante hacerles partícipes del proyecto como parte esencial del mismo, más allá de la aportación económica que realicen. Para conseguir el objetivo de financiación y la conexión con los mecenas que financien el proyecto, una de las claves de la campaña es la transparencia: explicar a qué se destinará la financiación necesaria y ser muy claro con las recompensas y la fecha en que serán entregadas.